La temporada de calabaza es un tiempo mágico que marca la llegada del otoño. A medida que las hojas cambian de color y el aire se vuelve fresco, los campos se llenan de calabazas de todos tamaños y formas, listos para ser cosechados. 
Los días se acortan y las noches se llenan de un suave aroma a canela y especias. Las familias se reúnen para visitar granjas locales, donde pueden elegir su calabaza perfecta entre las filas de calabazas naranjas brillantes. La emoción de tallar caras alegres o aterradoras en la calabaza se convierte en una tradición divertida para niños y adultos.
En muchas comunidades, se celebran festivales de calabaza, donde se organizan concursos de la calabaza más grande y se ofrecen deliciosos platillos como el famoso pastel de calabaza. Las calabazas no solo son decorativas, sino que también son símbolo de la abundancia de la cosecha y la llegada del invierno.
A medida que el mes de octubre avanza, las calabazas se convierten en el corazón de las celebraciones de Halloween, iluminando las noches con su cálida luz. Así, la temporada de calabaza no solo celebra la fruta en sí, sino también la unión, la creatividad y el hechizo del cambio de estación.