La historia de la nuez es fascinante y se remonta a miles de años. Este fruto seco ha sido valorado tanto por su sabor como por sus beneficios nutricionales. 
Se cree que la nuez tiene su origen en la región de Persia, donde se cultivaba desde hace más de 2,000 años. Los antiguos griegos y romanos apreciaban la nuez no solo como un alimento, sino también como un símbolo de fertilidad y riqueza. Los griegos incluso la llamaban "nuez de Júpiter", en honor a su dios principal.
Con el tiempo, el cultivo de la nuez se extendió a otras partes del mundo. Durante la Edad Media, los comerciantes llevaron nueces a Europa desde el Medio Oriente, y su popularidad creció rápidamente. En el Renacimiento, las nueces se consideraron un manjar en la alta cocina.
En América, las nueces llegaron con los colonizadores europeos. Se adaptaron bien al clima y al suelo, y su cultivo se volvió común, especialmente en regiones como California, que hoy en día es uno de los mayores productores de nueces del mundo.
Además de su historia culinaria, las nueces han sido utilizadas en la medicina tradicional. Se ha creído que poseen propiedades que benefician la salud del corazón y el cerebro, gracias a su alto contenido de ácidos grasos omega-3 y antioxidantes.
Hoy en día, las nueces son un alimento básico en muchas dietas y se disfrutan en una variedad de formas, desde snacks hasta ingredientes en platos gourmet. Su rica historia y múltiples beneficios continúan haciendo de la nuez un alimento valorado en todo el mundo.